Extravío
Y así, sin más miedos, doy comienzo a esto.
“Aquí yace un pájaro. Una flor. Un violín”. Epitafio, Juan
Gelman.
Extravío
Fumabas en la oscuridad,
inquietante, algo hiriente.
El humo salía de tus labios y dibujaba
recuerdos.
Un conejo, una niña, un pozo.
Y caías en una lágrima
por un eterno delirio.
Eras frágil,
podías hacerte miles de pedazos.
Y eso pasó.
Pero regresaste,
tenías muchas vidas por sufrir.
Fumabas en la oscuridad, dibujabas, caías.
Eras lágrima, eras fénix.
¿Tan blancos estaban tus ojos
que no sabías quién eras?
Dorada. Tenías el sol en tu cuerpo
y la noche oscura en tu cabeza.
Fuego y humo,
pensabas, peleabas y resistías.
El mundo nos arrastra a perdiciones
porque seguimos a los que nunca se
encontraron.

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